¿CUÁNDO DEJAR IR A ALGUIEN?
- Luis Mercado
- 22 may
- 5 Min. de lectura
Actualizado: 24 may

Ese momento en el que te das cuenta de que estás mendigando amor, perdiendo tu dignidad… y que ha llegado la hora de soltar a esa mujer que, aunque aún esté, hace rato dejó de elegirte. Porque no estás aquí para ser un tapete emocional… estás aquí para convertirte en un hombre que se respeta
Caballeros...Hoy les traigo una verdad incómoda.
Aquí va: Ser guapo no mantiene a una mujer, ser honesto no la mantiene, ser leal, tratarla bien, preocuparte, esforzarte, pasar tiempo con ella. Nada de eso garantiza que se quede.
Puedes ser el tipo que le hace el desayuno, que la recoge del trabajo, que le aguanta cada cambio de humor…
Y aún así, ella puede terminar dándoselo al güey que le responde tres días después con un simple: "Qué pedo.".
¿Por qué?
Porque el amor no funciona por lógica. No es un algoritmo matemático: "Si hago A, entonces obtengo B."
El motivo por el que ella se queda, no es lo que haces. Es cómo la haces sentir.Y más importante aún…Es si ELLA QUIERE quedarse.
Porque nadie se queda por obligación, por moral, o por buenos modales. La gente se queda cuando hay conexión, cuando hay deseo genuino, cuando su corazón dice: "Aquí quiero estar, pase lo que pase.
Conozco a hombres que lo dieron TODO...Le llevaban flores cada semana,dejaron de hablarle a sus amigas “por respeto”,empezaron a vestirse como a ella le gustaba,dejaron de salir con sus compas,básicamente...se convirtieron en un tapete con sentimientos.
¿Y qué pasó?Ella se fue... con el tipo que apenas si le contestaba los mensajes.
¿Quieres saber quién era ese tipo?Yo.Sí, hermano… ese al que no pelaba, era yo.Yo también fui tú. Pero escucha esto…
Yo no siempre fui ese tipo. Yo fui el niño tartamudo al que se le burlaban por hablar diferente.El que se iba solo al recreo para que no lo molestaran.El que llegaba a casa fingiendo que todo estaba bien… pero por dentro se sentía menos.Fui el adolescente lleno de inseguridades, de miedo al rechazo, de ganas de ser visto, de ser suficiente.Crecí creyendo que tenía que ganarme el amor. Que si era bueno, si complacía, si me esforzaba más que todos… entonces alguien se iba a quedar conmigo.
Y con esa mentalidad, llegué a relaciones donde lo di TODO…Hasta que me quedé vacío.
Y cuando esa mujer se fue…me vi ahí, solo…mirándome al espejo con voz de víctima, preguntándome:“¿Qué hice mal?”
Ahí estaba yo… con la autoestima por el suelo, sintiéndome como basura.Todo por una mujer que, siendo honestos… ya se había ido hace rato. Su cuerpo seguía ahí, pero su corazón estaba en otro lado.
Y no, no lo culpo todo a ella.Esa fue la consecuencia de años de no elegirme a mí mismo.De vivir para agradar. a otrosDe convertirme en lo que otros esperaban, sin saber quién carajos era yo realmente.
Pero un día dije: “Hasta aquí.”No más.
Ese fue el momento en que empezó mi verdadero crecimiento. No como venganza. No por orgullo. Sino porque entendí que si yo no me elegía primero… nadie más lo iba a hacer.
Y no, no es porque ella sea una mala persona. Es porque ya no quería estar ahí.Y cuando alguien no quiere estar, adivina qué…Se va.
Y no importa cuántos buenos días le mandes,cuántas flores compres,o cuántas veces te conviertas en el mayordomo emocional del mes…
No va a cambiar nada.
Porque el amor no se suplica.Y si tienes que mendigarlo…entonces, hermano, eso ya no es amor. Es codependencia disfrazada.
Entonces no. No es que no seas suficiente. No es que te falte dar más. Es que no depende de ti.Depende de ella.Y eso, hermano… no lo puedes controlar.
Una mujer que quiere estar contigo se queda cuando hay problemas. Cuando las cosas se complican y aún así elige quedarse, hablar, pelear contigo y no contra ti.
Una mujer que te elige de verdad, pelea por ti. Así como tú deberías hacerlo por alguien que sí te elige.
Entonces, si hoy estás con una mujer que no mueve un dedo por ti…Que no responde tus esfuerzos, que solo está cuando todo es fácil, Que desaparece cuando hay conflicto, No lo tomes como una señal para esforzarte más. Tómalo como una señal para soltar.
La lección aquí es clara: No te aferres a quien no quiere ser retenida.
Esto no se trata de que tú te rendiste con ella…Es ella quien ya se rindió contigo. Y tú, como hombre en crecimiento, tienes que aprender a decir:“Hasta aquí.”
Porque no estás aquí para suplicar amor. Estás aquí para construir una vida con quien quiera construirla contigo.
Ahora, vamos a ir más profundo… porque sé que esto no solo duele. Confunde. Parte el ego. Rompe la lógica.
Y aquí es donde entra la psicología: ¿Sabes por qué estás tan obsesionado con “arreglar” algo que ya no tiene arreglo?
Porque desde morros nos entrenaron para merecer amor. No para recibirlo libremente. Desde niños escuchamos frases como:“Si te portas bien, te doy un abrazo.”“Si sacas buenas calificaciones, te quiero más.”“Si haces lo que te digo, estoy orgulloso de ti.”
Entonces, crecemos creyendo que el amor se gana. Que si damos más, aguantamos más, sacrificamos más… entonces el otro nos va a elegir. Pero el amor de verdad, hermano…no es una recompensa. Es una elección.
Y esa falsa creencia te arrastra a relaciones donde te aferras como clavo ardiente, donde te conviertes en proveedor de afecto, protector, terapeuta emocional… y en el proceso, te olvidas de ti.
Porque sí: tú también te abandonaste para que no te abandonaran.
Y cuando eso pasa, ya no es amor. Es miedo. Es trauma.Y eso se llama codependencia.Una forma disfrazada de decir: “Si tú estás bien, entonces yo valgo algo.”
Pero tú no estás aquí para completar a nadie. No eres una media naranja. Eres el pinche árbol completo. Raíces, tronco, ramas y frutos.
🌱Y ahora quiero que escuches esto con atención:
Una mujer que quiere estar contigo, no necesita promesas eternas, ni shows de amor cada 5 minutos. Necesita respeto, conexión… y que tú no te pierdas a ti mismo por querer retenerla.
Porque cuando una mujer realmente te elige, lo demuestra con hechos. Está contigo cuando todo va mal, no solo cuando todo es bonito. Se queda a conversar en medio del conflicto, no solo cuando hay besitos y Netflix. Pelea a tu lado, no contra ti.
Y eso, hermano, vale más que mil te amo”.
💥Así que si hoy estás con alguien que no te elige… suéltala. No por orgullo. No por venganza. Sino por amor propio.
No te conviertas en un hombre que se queda donde ya no hay reciprocidad, solo por miedo a volver a estar solo. La soledad bien llevada es paz. La compañía mal llevada es infierno disfrazado de relación.
Y para terminar hermano Deja de rogar por lo que debería ser evidente. El amor que tienes que mendigar, no es amor.El esfuerzo que no es correspondido, es autoabandono.La persona que no lucha por ti, no es tu equipo.
No se trata de ser suficiente para ella. Se trata de ser suficiente para ti.
Y si para mantener a alguien tienes que dejar de ser tú mismo…entonces no estás creciendo, estás desapareciendo.
Camina con la frente en alto.Haz las paces con tu pasado.Y prométete esto:Nunca más vas a mendigar lo que mereces recibir con libertad.
Hoy sueltas.Hoy decides que no vas a construir más castillos donde solo hay ruinas.Hoy te conviertes en ese hombre que se elige primero.Y no por ego…sino por respeto. bienvenido a esta nueva vida hermano.
Comments